Importancia de
la Respuesta Inmune
Hay varios factores que pueden afectar la respuesta del organismo a la entrada del parásito, y que afectarán a la susceptibilidad o resistencia a la infección.
En primer lugar sabemos que existe evidencia de una susceptibilidad o resistencia genética a la adquisición de la enfermedad. En el caso del podenco ibicenco
se ha demostrado que casi todos los animales son resistentes a la enfermedad y muy raramente la desarrollan. Algunos trabajos apuntan a variantes en el
Complejo Mayor de Histocompatibilidad clase II (CMH II) como
causantes de esta susceptibilidad. De todas formas, los estudios en esta área no han hecho más que empezar y en el futuro es probable que tengamos muchas
más variantes que determinen esta susceptibilidad o resistencia genética.
En segundo lugar, la susceptibilidad a desarrollar la enfermedad también está influenciada por factores no genéticos como estatus nutricional, infecciones
concomitantes, parasitismo y exposición previa a la Leishmaniosis Canina.
La resistencia a la enfermedad viene dada por el desarrollo de una inmunidad celular, mientras que la susceptibilidad va asociada al desarrollo de una inmunidad
humoral no protectora muy marcada y una inmunidad celular deprimida. Los últimos avances en el conocimiento de la patogenia de la Leishmaniosis canina nos
han permitido saber que la inmunidad protectora (celular) frente a esta enfermedad está mediada por respuestas celulares CD4+ T helper 1 (Th1).
Las bases celulares de la respuesta y sobre todo la falta de respuesta celular en la Leishmaniasis canina no se comprenden totalmente, pero lo que si sabemos
es que la mayoría de perros infectados desarrollan inicialmente una buena respuesta inmunitaria celular. Posteriormente, con el progreso de la enfermedad en
animales susceptibles, esta respuesta disminuye.
Macrófagos activados combatiendo
con Leishmania